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Blog: “Pequeña ciudad, grandes recuerdos”, en España

Hola, soy Fabiola Véliz Contreras, estudiante de Contador Público y Auditor. Me encuentro haciendo un intercambio en la facultad de Empresa, Finanzas y Turismo de la Universidad de Extremadura (UEX) en España.
Cáceres me recibió durante seis meses con una calidez que jamás imaginé. Es una ciudad tranquila, acogedora y muy familiar. Todo queda cerca y con el tiempo empiezas a reconocer las caras y sentirte parte de la comunidad. A diferencia de una ciudad grande donde puedes llegar a sentirte sola, en Cáceres siempre me sentí acompañada. Esa cercanía humana fue uno de los aspectos que más me enamoró.
Además, la vida cultural es intensa, siempre hay algo que celebrar. Cáceres es Patrimonio de la Humanidad y su casco antiguo —muy bien conservado— atrae a turistas todos los fines de semana. Hay ferias, celebraciones tradicionales y actividades que llenan las calles de alegría. Fui a la mayoría de ellas, y me encantaron por lo distintas y entretenidas que eran. Y si hay algo que siempre voy a recordar con cariño, son los atardeceres. Fueron uno de los detalles que más me marcaron del intercambio. Los paisajes a esa hora del día tienen una calma especial, y ver cómo el sol se despide sobre los tejados de la ciudad se volvió uno de mis momentos favoritos. Al ser una ciudad universitaria, hay múltiples opciones para vivir: desde residencias estudiantiles hasta pisos compartidos. Yo opté por arrendar un departamento en la ciudad, lo que me permitió moverme fácilmente por todas partes. Vivir cerca del centro fue muy cómodo y me dio la oportunidad de conocer mejor el día a día local.
Los pros de vivir en una ciudad pequeña y tranquila es que es todo se puede hacer caminando, el ambiente estudiantil y cultural es muy activo, tiene un bajo costo de vida en comparación con otras ciudades y eso hace que puedas ahorrar más, para destinar recursos para recorrer Europa, tiene una excelente conexión para viajar a todas partes, el tren se demora 3 horas hacia Madrid y puedes pasar un día o el fin de semana en la capital y volver.
El contra es que, aunque tengan actividades culturales como sus celebraciones y festividades, hay actividades más importantes a nivel internacional que solo están en ciudades más grandes, y lo otro fue adaptarse a los horarios, ya que acá respetan muchos las siestas y cierran todo desde las 14hrs hasta las 17hrs, y para mí que vivo en Santiago, una ciudad llena de movimiento y lugares a los que puedes ir a la hora que tú quieras, se me hizo difícil al principio.
Con respecto a la vida universitaria, la Universidad de Extremadura en varios aspectos se parece mucho a la Usach, como en el enfoque social, y tiene una comunidad universitaria muy activa. Mis clases fueron dinámicas, y los profesores en todo momento estuvieron alerta a las necesidades de los estudiantes Erasmus (de intercambio). Además, tomé una asignatura deportiva que fue una de mis favoritas. Hicimos escalada, trekking, tuvimos una clase bajo las estrellas y aprendimos astronomía. También uno de los aspectos importantes fue la gastronomía en Cáceres, es deliciosa. Se come mucho pan, jamón, tapas… ¡y todo muy sabroso! Me adapté rápido a los horarios, aunque cenar tan tarde fue algo nuevo para mí. Ir al supermercado era como un panorama: siempre había algo nuevo por descubrir.
El choque cultural fue importante ya que, aunque compartimos el idioma, las costumbres son bastante distintas, el acento extremeño y algunas expresiones locales me confundieron al principio. Me tomó tiempo adaptarme a la forma de hablar, los saludos, los modismos y hasta al ritmo de vida. Conocí personas de muchos países, por lo que el inglés también se volvió parte de mi día a día. Fue enriquecedor comunicarme en distintos idiomas y aprender nuevas formas de expresión.
Como dije anteriormente, una de las cosas más bonitas del intercambio fue conocer personas de todo el mundo. Me llevo amistades muy valiosas, de culturas distintas, con quienes compartí experiencias que jamás olvidaré. Esa es, sin duda, una de las riquezas más grandes que ofrece el intercambio: conocer otras formas de ver la vida. Y por último, y creo que lo que más me encantó de todo este intercambio, fue la posibilidad de viajar, ya que Cáceres tiene una excelente conexión ferroviaria. Viajé mucho durante mi intercambio, recorrí ciudades hermosas de Extremadura, visité Lisboa, también pude conocer Francia, Inglaterra, Marruecos y otros destinos soñados. Viajar por Europa fue fácil, accesible y simplemente increíble.
Reflexión final
Este intercambio me transformó. Aprendí, crecí, me desafié y me emocioné muchas veces. Me voy con nuevas perspectivas, con aprendizajes académicos y personales que van mucho más allá de las aulas. Me llevo amistades increíbles, momentos inolvidables y una conexión más profunda con el mundo.
Pude observar a Chile y a la Usach desde la distancia, extrañé ambos, me siento orgullosa de pertenecer a mi universidad y…. agradezco profundamente a mis padres por darme la oportunidad de vivir esta experiencia, por confiar en mí y por apoyarme siempre, incluso en la distancia. Sin ellos, nada de esto habría sido posible.
Volveré a Chile con una mente más abierta, nuevas herramientas y un corazón lleno de gratitud. Si alguna vez tienes la oportunidad de irte de intercambio, no lo dudes. Aunque a veces da miedo, es una experiencia que marca para siempre.
Instagram: @_ffabiiii_
Correo: fabiola.veliz @ usach.cl
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1 Jul 2025

26 Jun 2025