Se encuentra usted aquí

Campus Global Usach: Ana Laura Marques, académica brasileña de la carrera Lingüística Aplicada a la Traducción

Nacida en Belo Horizonte y criada en Sete Lagoas, Brasil, llegó a Chile hace quince años por amor y en búsqueda de un trabajo que le permitiera desarrollarse profesionalmente. Ahí fue cuando conoció a la Universidad de Santiago y empezó a dar cátedra en el Departamento de Lingüística y Literatura, “trabajar en la Usach me ha permitido crecer todos los días”, manifiesta Marques.

“Llegué en agosto del 2006”, recuerda Ana Laura Marques, quien siempre soñó con estudiar fuera de Brasil, pero por cosas de la vida, nunca pudo hacerlo en su pregrado. Con la vocación a flor de piel, asegura que le encanta estar en la sala de clases y, tras haber pasado por varios institutos enseñando la lengua portuguesa, sostiene que en la Universidad de Santiago se siente completamente realizada.

“Desde que era pequeña, siempre supe que amaba enseñar”. Su interés se empezó a volver realidad cuando iba en la secundaria: “Mi enseñanza media fue un poco distinta, pues hice un técnico en pedagogía. Me formé para ser como una normalista acá en Chile, pero fui la última generación porque después el gobierno le dio término a este tipo de programa”, comenta Marques.

“Cuando terminé la secundaria, me propuse ingresar a una universidad pública”, sostiene la académica, pues en Brasil “existe toda una magia en torno a estas instituciones, ya que son las que promueven la investigación y la docencia”. Tras varios cursos vocacionales, Ana Marques se dio cuenta que tenía habilidades lingüísticas innatas, por lo que decidió estudiar Letras, Lengua Portuguesa y sus Literaturas en la Universidad Federal de Minas Gerais.

Pese a que participó en dos convocatorias para realizar un intercambio, no quedó seleccionada. Sin embargo, en el 2002 conoció a un chileno del que se enamoró. “Estuvimos pololeando a distancia un buen tiempo, en un momento en que el internet no era como ahora”, pero cuatro años más tarde, sonaron las campanas y llegó a Chile para comenzar una nueva vida junto con su esposo.

Postulación a contrarreloj

“Al final del 2007 yo estaba trabajando en distintos institutos particulares enseñando la lengua portuguesa, pero estaba buscando algo que me diera estabilidad y permitiera desarrollarme profesionalmente”, recuerda Marques. Su búsqueda rindió frutos cuando una amiga suya que trabajaba en la Embajada de Brasil en Chile, la llamó para contarle sobre la existencia de un concurso público en la Usach y que estaban buscando a personas como ella.

“¿Usach? ¿qué significa? ¿dónde queda?”, jamás la había escuchado y tras buscarla en internet, supo que era lo que quería. El único problema era que le quedaban tres días para postular: “Tenía muchas cosas que organizar y muy poco tiempo”. Como una carrera contrarreloj, pudo mandar todos los papeles que le solicitaban y empezó el proceso del concurso. “Fue muy largo, pero fui seleccionada y a partir del 2008 comencé a trabajar en el Departamento de Lingüística y Literatura”.

Vocación a flor de piel
 
“La Usach es el lugar donde efectivamente me siento realizada profesionalmente. Lo que más me encanta es estar en la sala de clases con mis estudiantes”, comenta la académica, haciendo énfasis en que desde que trabaja en la universidad, ha podido desarrollarse en todos los ámbitos de la vida, pues “aprendo todos los días de las relaciones con mis colegas y alumnos”.

En los pasillos del Departamento asegura sentirse cómoda con su equipo de trabajo. “Creo que tenemos la misma energía positiva para presentarnos como profesionales, para presentar nuestras experiencias culturales y enseñar sobre cada una de ellas. Si existen momentos de no concordancia, también resultan ser positivos porque es allí donde más crecemos”.

Para Marques, otro aspecto a destacar de trabajar en el plantel son las características de los y las estudiantes. “Son personas muy buenas que tienen una motivación gigantesca por aprender. Son personas curiosas y que poseen un equipaje cultural bastante amplio”. Es allí donde la académica señala que se siente con una gran responsabilidad, pero recordando su vocación nacida en su niñez, asegura estar feliz de apoyar en el desarrollo profesional de cada uno de sus estudiantes.