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Blog: "Madrid mola: intercambio cultural y académico", en España

You had to travel half the world to realize what you knew all along – Toh Kay
Hola, soy Martín Burgos, estudiante de Ingeniería Civil en Telemática. Actualmente estoy de intercambio en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación (ETSIT) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).
 
Desde que llegué, Madrid me ha sorprendido por su carácter cosmopolita y su vida ajetreada, especialmente en lugares icónicos como la Gran Vía, donde escuchar español es casi raro. La ciudad me recuerda a Santiago, pero aquí la gente parece vivir con menos prisa, algo que al principio cuesta notar, pero con el tiempo se aprecia.
 
Estilo de vida y diferencias culturales
 
Los madrileños son amables, aunque más directos y menos demostrativos que los chilenos, llegando a ser incluso cortantes y a veces pesados (para uno como chileno). Aprender a no tomar nada personal es una buena lección de vida. 
 
La adaptación también ha significado tener que ajustar mi forma de hablar, ya que muchas expresiones que ni siquiera sabía que eran sólo chilenas no se entienden aquí, y ni siquiera otros latinoamericanos las entienden. Pronunciar la “s” al final de las palabras es un desafío realmente jaja.
 
Vida universitaria
 
La bienvenida en ETSIT fue genial; los primeros días fueron solo con gente de intercambio, por lo que conocí a estudiantes de todas partes del mundo, como franceses, rumanos, coreanos, italianos, suecos y otros, lo que me ha obligado a hablar más inglés del que jamás pensé (gracioso pensar que elegí España por el idioma jaja). 
 
En lo académico, las clases son intensas y los temas muy actualizados, desde criptografía post-cuántica hasta redes SDN y gestión de Data Centers. Eso sí, el ritmo es rápido, llegando a abrumar a ratos (mucha materia en poco tiempo). Además, no hay tiempo de descanso entre las horas de clases, y sorprendentemente no hay hora de almuerzo, así que hay que acostumbrarse a pasar de largo de 10:00 a 15:00 sin pausas ciertos días.
 
La disciplina de la Ingeniería Telemática aquí es bien conocida y tiene mucha trayectoria en España, de hecho, en la ETSIT es la carrera con más estudiantes matriculados. Se siente raro tener clases junto a 100 compañeros a veces.
Por otra parte, en la universidad hay muchos “clubes” a los que poder unirse, pasando por varios intereses, como lectura, teatro, música o videojuegos hasta ciencia e innovación. Así que, hay cosas que hacer siempre.
 
Explorando la ciudad y su gastronomía
 
Madrid ofrece buenos panoramas, tales como visitar el imponente Palacio Real, la gran Plaza Mayor y el bellísimo Parque del Retiro, mi lugar favorito. A este último siento que aunque he ido varias veces, aún no conozco ni la mitad. 
 
Las tapas, cañas y los churros cuando entra el frío en otoño son una experiencia obligada, y casi ineludible. Me impresiona el hecho de que en cada esquina, incluso de lugares residenciales hayan locales para parar a comer o beber algo al paso. Es algo muy familiar y tradicional, en lo personal me gusta ver tanta gente mayor haciendo vida social en las calles. 
 
La dieta no es tan diferente a lo que se acostumbra en Chile, harto pan jaja, así que por ese lado no es difícil la adaptación. Dato curioso, para los españoles la cena es sagrada, y es la única comida del día que realmente no se pueden saltar.
 
Las escapadas a localidades cercanas como Toledo o Alcalá de Henares son bastante accesibles en tiempo y dinero (como a una hora aprox). Alcalá de Henares es el lugar de nacimiento de Cervantes, así que por ahí va todo en esa localidad, muy interesante. Toledo por otro lado me pareció muy mágico, totalmente recomendado, muy medieval y con una atmósfera única. Viajar al resto de España no es tan caro, pero hacerse el tiempo es difícil a veces, pues no hay que dejar de lado totalmente la universidad.
 
Reflexión final
 
Este intercambio ha sido una experiencia única. Más allá de lo académico, lo mejor ha sido conocer y compartir con personas de culturas tan distintas, y entender que al final no somos tan diferentes. Esto ha abierto mucho mi mente y ha aclarado muchas cosas. Al final de todo (y siendo algo que no me esperaba tanto), me ha hecho valorar aún más esas pequeñas cosas cotidianas que damos por sentadas en Chile, como saludar y dar las gracias en la micro, cosas pequeñas que se agrandan con la distancia cuando no están en lo cotidiano. 
 
En fin, es una experiencia que marca un antes y un después en la vida supongo, espero que te atrevas (y puedas) dar el salto de fe para probar que tal es la vida al otro lado del charco. Me siento un afortunado, y agradecido de haber podido tener esta oportunidad, tengo miedo de al volver no tener otro tema de conversación por los próximos meses jajaja.
 
PD: ir al super en otros países es uno de los mejores panoramas jaja, 100% recomendado.
 
Instagram: @martin.burgues