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Blog: "De Santiago al Callejón Diagon: mi experiencia en York", en Reino Unido

¡Hola! Soy Catalina Yáñez Chávez, tengo 21 años y soy estudiante de la carrera Licenciatura aplicada a la Traducción. En este momento me encuentro cursando un semestre en la Universidad de York, en York, al norte de Inglaterra. Y espero que contarles un poco cómo fue empezar y cómo va mi intercambio pueda ser de ayuda.
 
Creo que es común pensar que uno de los momentos más estresantes de un intercambio es vivir en un país que es distinto al propio. Pero me atrevo a decir que nunca estuve más nerviosa, ocupada y estresada que cuando me estaba preparando para esta aventura. La organización es primordial; papeles, pasajes, seguros, ropa, y otras cosas que uno muchas veces pasa por alto al momento de ir a otro país.
 
Al llegar me sentí nerviosa, jamás había estado realmente sola en otro país y mucho menos en una capital llena de gente. Llegué en septiembre a Londres al aeropuerto Heathrow (¡el más cómodo, por cierto!) y como suele pasar en este país, empezó a llover a cántaros. Mientras iba en el metro a mi alojamiento, sentí que el mundo se me venía encima, la gente hablaba un idioma que no era el mío, pasaba por estaciones que no sabía dónde se encontraban y podía ver por las ventanas que el cielo estaba sumamente nublado. Pero eso no me detuvo, por el contrario, me motivó a sacarle el provecho a mi estadía en Londres por tres días. Visité museos, caminé mucho, aproveché el sol (que de él poco se sabe en este país) y me atreví a hablar con gente en la ciudad.
 
Tengo que admitir que me costó entender el idioma al principio, aunque llevo años estudiándolo y me siento muy confiada de él, muchas veces no entendía lo que algunas personas me decían, especialmente en York. Soy traductora, estoy en mi cuarto año de carrera, me parecía ridículo no poder entender inglés. Pero entendí que estar aquí, vivirlo y escuchar el inglés del día a día es muy distinto a lo que vemos en las salas de clase. Solo hay que tomar un respiro, tenerse paciencia y dejar que fluya todo porque tarde o temprano el idioma empieza a cobrar sentido. ¡Se los juro!
 
Después de mi visita exprés a Londres, vino el momento de ir a la universidad. Era lo que más me emocionaba porque sabía que me tocaría tomar unos ramos fascinantes. Me interesaba conocer la vida universitaria y cómo se realizaban las clases aquí. Así que llegué a York un viernes, con un poquito de frío y una maleta super pesada, pero contenta de poder conocer la ciudad que me iba a albergar los siguientes cinco meses.
 
Respecto a la universidad, es inmensa. Tiene un lago interior y muchas áreas verdes. Hace frío, sí. Especialmente en esta temporada de otoño-invierno. Pero para eso uno se viste por capas para ir a las clases. Todos los profesores, al menos los que tengo por el momento, son amables y comprensivos y el staff está siempre disponible para ayudar.
 
York es una ciudad chiquita. Es probablemente del tamaño de una comuna en Santiago, y lo que tiene de pequeña lo tiene de antigua. Tiene unos edificios antiquísimos y se siente como si en el centro el tiempo se hubiese detenido. Para quienes sean fanáticos de Harry Potter les cuento que aquí hay una calle muy parecida al callejón Diagon. Tengo que confesar que me enamoré de la ciudad, tiene calles preciosas, pubs antiguos y con ricas opciones (que es parte de la cultura inglesa) y actividades incluso durante el otoño e invierno.
 
Aunque la ciudad es muy pequeña, la población se divide en su mayoría en dos grupos: los jóvenes estudiantes y los adultos mayores de la ciudad. Es una mezcla muy linda, se puede ver a adultos mayores disfrutando al lado del río (cuando no hace mucho frío) y, también, a estudiantes paseando de pub en pub. Tengo que decir que la mayoría de las personas en esta ciudad son muy amables, siempre saludan y tienen apodos lindos para ti. Es normal escuchar que te llamen love, darling o sweetheart.
 
Este semestre me encuentro viviendo en uno de los colleges que tiene la universidad (imaginemos que los colleges son como casas de Harry Potter). Vivo en Halifax en una casa con 18 personas más. Y todos ellos se han transformado en muy buenos amigos para mí. Creo que es una de las cosas que más rescato de este intercambio, todos han sido un gran aporte para mí y me han ayudado a no sentirme sola en este proceso de estar lejos de casa.
 
Por último, el dinero es sagrado. Así como a uno le gusta disfrutar de las maravillas de Inglaterra, también debe ser capaz de mantenerse a flote en un país que es caro. Recomiendo comprar lo necesario (como un abrigo, bufandas, guantes, etc) aquí, porque la ropa está hecha para este clima. Pero siempre tener un presupuesto para gastos inesperados. Si son organizados no deberían tener problemas sobreviviendo aquí. (¡e incluso podrán viajar dentro y fuera de este!).
 
Como consejo, apóyense en sus familias y amigos. Hablen constantemente con ellos, extrañar es parte del proceso, pero sería una lástima que eso opacara la hermosa oportunidad a la que uno se enfrenta. Conocer gente es importante; hacer amigos, conocer su estilo de vida, su cultura, sus comidas, etc. Ya sean sus compañeros de piso, compañeros de clase o gente que conocieron por la calle, ellos serán los que estarán ahí para ustedes mientras ustedes están lejos del país. Solo espero que consigan gente tan buena y linda como conseguí yo. ¡Buena suerte!
 
Instagram: @catal.ynz