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Blog: ¿Qué hay de almuerzo? en Corea del Sur

                                                                                        

 

Hola a todes, mi nombre es Úrsula y en estos momentos me encuentro escribiendo desde mi dormitorio en Korea University en Seúl, Corea del Sur. Mi estadía acá ha sido una travesía en muchos aspectos, pero hoy les voy a contar acerca de la alimentación. Dependiendo de cuán cercanos sean a la cultura coreana, ya sabrán que ellos tienen hábitos alimenticios bastante distintos a los nuestros. Ya sea desde el hecho que acá comen super picante, hasta la ausencia de pan en el día a día, Corea tiene una variedad de comidas que dejarían a cualquier chileno asombrado y muuuy confundido. 

 

De mi tiempo en Corea, he llegado a las siguientes conclusiones: 

Primero, los coreanos comen muchísimo arroz. Ya sea en forma graneada, en forma de pastelitos o hasta en su repostería, arroz es definitivamente algo que define la cocina coreana. 

Segundo, acá comen comidas muy picantes. Tan así que cuando pides picante en restaurantes y ven que eres extranjero, te preguntan si estas seguro porque piensan que no vas a poder aguantar. A pesar de eso, sí es posible llevar una dieta sin picante. Mis amigas europeas piensan que hasta la pimienta es picante, y han logrado sobrevivir sin ningún problema. 

Tercero, si no comes carne, la alimentación en corea se vuelve casi imposible. Yo he sido vegetariana casi vegana desde principios del 2018, y al llegar acá, una de las cosas que más me preocupaba era cómo poder seguir mi dieta. Bueno, les cuento que lamentablemente no pude. La carne abunda en los platos coreanos, ellos no conocen bien los conceptos como vegetariano, y mucho menos vegano. Así que, viendo mis circunstancias, tomé la decisión de poner en “pausa” mi dieta y comenzar una nueva, una omnívora. Esto trajo consigo cosas buenas como malas. Dentro de lo positivo, pude probar muchísimos platos muy deliciosos, como teokkboki (떡볶이), mandu (만두), Kimchi JJigae (김치찌개), Kimbap (김밥),  Hotteok (호떡), entre otros. También me permitió socializar mejor, ya que comer afuera es una parte fundamental de hacer amigos en Corea, no está bien visto comer solo. Por otro lado, es bastante más barato comer en restaurantes que cocinar uno mismo, ya que la fruta y verdura es carísima y en los dormitorios no hay mucho espacio de cocina. En cuanto a las consecuencias negativas, un cambio de dieta drástico no es fácil para el cuerpo, y pasé por varios malos momentos por esto mismo.  

Pasando a otras ideas, uno de los aspectos que llamó mucho mi atención al vivir acá, es el servicio que uno recibe en restaurantes. El trato al cliente es una parte infaltable de los comercios en Corea, ellos tratan al cliente con la mejor actitud y el mayor respeto posible, tan así que tienen un término seobiseu (서비스) que consiste en dar cosas gratis al cliente como parte de la gratitud por venir a su establecimiento. 

Finalmente, mi impresión de la comida coreana es que es increíblemente deliciosa a pesar de ser muy distinta a lo que estoy acostumbrada. 

Con una mente abierta y con ganas de aprender, esta experiencia ha sido inolvidable.